Llegó la hora

Llegó la hora

Pues sí. Como casi todo en esta vida. Todo llega y todo pasa. Ahora es cuestión de saber cómo lo hace, cómo evoluciona este proceso, cómo condiciona nuestro devenir.
 
Creo que nunca estaré preparado para afrontar esta situación. Pero la ocasión, y sobre todo el fin, lo merece. Está en juego toda una vida, una vida dedicada a tratar de dar lo mejor, de ofrecer lo máximo de uno mismo por el bienestar y la felicidad. Una vida que, en condiciones «normales» estaría llena de momentos dulces y momentos amargos. Lo que supone una vida normal, capaz de llenar con todas sus circunstancias un vacío que, de no ser así, sería insufrible, insoportable, inaguantable.
 
En estos momentos el sentido de vivir queda en manos de otra personas, ajenas a todo cuanto ha ido aconteciendo, y que, desde la supuesta objetividad que da el encontrarse fuera de ese entorno, tendrán que decidir qué rumbo toma, desde ahora hasta el resto de sus días, la existencia de otras personas.
 
En estas condiciones, y sabiendo que no va a ser fácil, sólo cabe actuar con tacto, con cuidado, con suma delicadeza, con el menos común de los sentidos. Obviamente, la carga emocional será muy grande. Templanza y serenidad son requeridas desde el minuto cero.
 
No pido nada para mí. Pido por poder seguir siendo aquello que un día, de común acuerdo con otra persona, decidí ser, decidimos ser. Por voluntad propia de ambas partes. Por deseo manifiesto y responsable de adquirir un compromiso con y por la vida. Con la lucha que, por suerte o por desgracia, más bien por lo primero visto el resultado, hubo que lidiar para conseguirlo. Por esa decisión para la que se nos supone capacitados, y cuyas consecuencias nunca dejan de sorprendernos.
 
Pido poder seguir entregando amor. Pido que se me conceda la posibilidad de seguir demostrando que sé que se puede, que quiero que se pueda. Pido poder ver las estrellas por la noche, los soles por el día. Pido que me dejen seguir utilizando mis rotuladores para continuar #PintandoLosDíasDeColores
 
** NOTA ** 
Este post está escrito desde el lunes 20 de mayo. Tenía previsto publicarlo el domingo 26 de mayo. El viernes 24 de mayo, se me concedió mi petición. Quiero dar las gracias a todas las personas que, directa o indirectamente, han contribuido a que ello sucediera, en especial a Inma. A veces, los sueños se hacen realidad
 

4 Replies to “Llegó la hora”

  1. Tu felicidad,también es la nuestra,la de todas las personas que hemos estado y estaremos siempre a tu lado. Enhorabuena Juan, te lo mereces.

    PD: Gracias tb de mi parte…(Esto también es una ventana abierta,no? :☺)

y tú, ¿qué opinas?

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