Erotismo en gris (Susi y yo)
Ya hacía tiempo que Susi y yo teníamos ganas de tocarnos, sentirnos, de deleitarnos mutuamente. Yo sentía la enorme necesidad de colocarme a horcajadas sobre ella y empujar, mientras mis manos y mis piernas la sujetaban con suavidad pero firmemente a la vez; sentir esas vibraciones, esa fuerza, ese palpitar a más de 6.000 revoluciones… …