Partido Popular: ¿refundar o morir?
Pues no oiga, no es tan difícil. De hecho se hizo en su día, allá por el año 1989, y con muchos menos medios, pero con muchos más argumentos, atributos, valor o como quiera llamarlo cada cual a lo que se puso en aquel momento. Fue el nacimiento del Partido Popular.
Una idea que dejo por si a alguien le interesa recoger, adoptar, adaptar o simplemente leer. Una idea de renovación del que es el MÁS GRANDE partido político de España desde la transición, y que lo seguirá siendo en la medida de que sus dirigentes entiendan que el Partido Popular es una entidad con arraigo, con honor, con señorío, y que está por encima de ellos/nosotros mismos.
El Partido Popular no es su presidente, ni sus dirigentes, ni su secretaria general, ni sus presidentes autonómicos o provinciales… Ni siquiera es sus afiliados. El Partido Popular es la suma de todas aquellas voces, afiliadas o no, que reclaman un partido que defienda la libertad, en el sentido más amplio de la palabra, y en todas las acepciones que los condicionantes calificativos que le podemos añadir a continuación enfaticen: libertad económica, personal, de expresión, de propiedad, de circulación… LIBERTAD EN MAYÚSCULAS.
Pues bien señoras y señores, damas y caballeros, monárquicos y republicanos, obreros y empresarios, señoritos y perroflautas, cultos y analfabetos, de letras y de ciencias, hombres y mujeres, españoles todos: el Partido Popular puede, DEBE renacer desde su propio interior, y retomar el camino de la defensa de las LIBERTADES, del progreso de España y sus españoles como único fin e interés. Y para eso, lo que precisa este partido, es que de una vez por todas se cierre una puerta, y se abran muchas ventanas. El Partido Popular no es corrupto, porque el Partido Popular soy yo (y muchos más “yo”) y yo no lo soy.
Toca remar, toca sumar nuestras voces, nuestras manos, remangarnos y convertir en una sinergia de pequeñas fuerzas la aportación de cada uno de nosotros para conseguir levantar este proyecto. Y para ello, toca convocar un Congreso Extraordinario, que renueve todo desde abajo hasta arriba, y en ese orden: de abajo a arriba.
Yo abogo por un Congreso Extraordinario que reelabore nuestros Estatutos, adaptándolos a una realidad cambiante, y flexibilizando nuestras estructuras para que sean maleables y se adecúen a los cambios de una sociedad en evolución. Mayor protagonismo al afiliado, y contar con el simpatizante. Protagonismo plasmado en voto directo, capacidad de decisión y primarias para elección de candidatos e incluso cargos unipersonales. Y por supuesto órganos de control que garanticen no sólo que nuestros dirigentes sean honrados, sino también que lo parezcan. Ni el más mínimo indicio de suciedad.
Y todo ello en una inversión direccional, comenzando desde las bases hacia lo más alto, elevando lo que el partido realmente quiere y no ensalzando figuras semi impuestas. Es la solución para que todo candidato que quiera ser cargo sepa quién compone este proyecto, quiénes son sus afiliados, qué piensan, qué les inquieta y qué les seduce, dónde están sus sedes, cómo se organizan y trabajan… En definitiva: que quien quiera ser dirigente de este partido, de MI partido, ME conozca, y tenga el valor y el arrojo de pedirme a MÍ, a la cara, sin ambages ni sonrojos, sin esconderse de nada, con determinación, el voto de confianza para que dirija los designios de esta magnífica nave. Y siendo así, conociéndome a mí y a los miles de “yo” que somos y formamos este proyecto llamado Partido Popular, conocerá el sentir, el pálpito de esta excelentísima organización y aprenderá a respetarla y cuidarla, a desvivirse por ella y lo más fundamental e importante: a desvivirse por los españoles.
Recordemos: POLÍTICA es SERVICIO. DAR servicio, no servirse. Dar servicio a la ciudadanía, a nuestros conciudadanos, a PERSONAS. Si no conocemos a las personas que componen este partido, difícilmente podremos conocer sus inquietudes ni preocupaciones, y mucho menos las de las personas que componen y conforman este gran país, esta nación nuestra a la que aspiramos gobernar y que se llama ESPAÑA.