amor, del bueno

amor, del bueno

Hoy ha sido un día de emociones. Unas buenas otras mejores. 

Hoy he podido tocar el cielo con las manos y sentir la grandeza de tener los pies en la tierra. Hoy he tenido sensaciones divinas y terrenales. Esta mañana, por primera vez en mi vida, he podido participar en el Encuentro Glorioso como portador de la Virgende la Soledad. Paraquien no conozca este evento de la Semana Santa, os cuento que escenifica el encuentro entre Jesús Resucitado y su Madre María. Todavía siento erizarse los pelos y recorrer todo mi cuerpo una extraña sensación de bienestar en forma de alegría, al elevar al cielo la imagen de María una vez desprovista del velo del duelo, una vez enterada de que su hijo Jesús ha resucitado, una vez se ha encontrado con Él.

Sin ser muy de Iglesia, hay actos y momentos de la Semana Santa que siempre me han impresionado. Hoy he podido vivir uno de los más grandes. Y me siento orgulloso, satisfecho, pero sobre todo, sereno y tranquilo, me siento alegre y feliz.

Esta tarde he podido vivir en mi propio ser la grandeza de tener seres queridos que acuden a ti, como guía, como ayuda, como referente. Sentir esa sensación de íntima conexión, ésa que sólo puede darse con la sangre de tu sangre, ésa que sientes fluir como tuya propia.

Sé que nunca olvidaré la Semana Santa del 2013, porque me ha hecho vivir experiencias totalmente antagónicas; he podido padecer el enfurecimiento vano y fútil, y a continuación sentir la necesidad del arrepentimiento, del perdón, de la necesaria redención hacia la cordura. He podido disfrutar grandemente, enormemente de la inmensa sensación del padecimiento, del sufrimiento, nada comparable con lo que debió de ser el camino del Calvario. He gozado con la satisfacción del deber cumplido, y con el estremecimiento de la felicidad, de las lágrimas de alegría. He podido re encontrarme con la amistad, la de verdad, la que sin pedir te entrega, la que sin llamarla te ofrece su ayuda y apoyo, la que sabes que siempre está ahí y que puedes contar con ella.

Y he percibido de forma extremadamente especial el AMOR con mayúsculas; el incondicional, el que se recibe porque se da, el que no busca compensación ni equiparación, el que no espera recompensa, el que se vive sin ambages, el que llena todo tu ser de felicidad infinita.

Hoy ha sido un gran día, y en un día como hoy, en el que el recuerdo de mi padre está más presente que nunca, hoy, precisamente hoy, me ha nacido de lo más profundo de mis entrañas decir alto y claro: ¡¡QUE GRANDE ES SER PADRE!!

 
 
 

3 Replies to “amor, del bueno”

  1. Pues parece ser que alguien me dejó un comentario «anónimo» y luego o no se ha grabado o lo ha borrado. Me llegó la notificación y el comentario al correo electrónico. Sólo quiero quiero decirle que me encantó, y que si quiere aquí está mi correo: jjmmggff@gmail.com

    ¡¡GRACIAS!!

  2. Lo he rescatado, gracias, jo, me alegra tanto que te haya gustado, no he podido resistirme a volverlo a poner…ahí va, tal cual:…»Hola Juan, no se si te entrara esto con el movil o si ya te comente algo…desde face…hoy he releido este texto tuyo, que me encanta. De los mejores que tienes aunque todos son buenos bonitos y gratis! Ay. Me gusta el titulo…me sorprendi mucho al verte en la procesion, porque pense, obtusa de mi, que no encajaba en tu personalidad abierta, tolerante y bien amuebladita. Pero vi en una revista a antonio banderas y me hizo replantearme este pensamiento obtuso y encorsetado que me surgio al ver la primera de tus fotos que titulaste «preparada. Preciosa». Esta alarma visceral, prejuiciosa, estancada sobre una persona, tu, la he vivido alguna vez en mi persona excentrica y siempre me senti injustamente observada por mi , no se como decir, diversidad interior….y al verte a ti, al sentir esa punzada de snobismo al verte en un rito que yo no comparto, me he dado cuenta de que…me hago mayor.

    Gracias por tus textos, espero que todo bien. Te sigo, me encanta leerte.

  3. Hola «anónima».

    Sí, ese comentario es simplemente encantador. Por un lado reconoces abiertamente lo obtusa que suele ser nuestra mente si no la entrenamos (y no solemos hacerlo muy a menudo). Por otro lado está la rectificación que, como bien sabemos, es de sabios.

    En cuanto al resto, no estoy en absoluto de acuerdo: ni mi personalidad es «tan» perfecta como la describes (si bien trato de esforzarme en ello) ni te estás haciendo mayor por eso 😉

    Te dejo un enlace a un sobre (de azúcar :P)

    https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-prn1/582309_10150949849790699_1198366988_n.jpg

    Besos y gracias a ti 🙂

y tú, ¿qué opinas?

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