La importancia del canal
Ayer leí un interesantísimo artículo de un amigo, Luis Paños, sobre algunos aspectos que debemos tener en cuenta en el uso de una «nueva» tecnología que se está imponiendo desde hace relativamente poco tiempo en nuestras vidas: la mensajería instantánea «gratuíta». Entrecomillo lo de gratuíta porque, ni lo es monetariamente, ya que pagamos una conexión de datos o una tarifa de internet o un programita para poder establecer nuestras comunicaciones… ni lo es socialmente ya que, en ocasiones nos sirve para hacer nuevos amigos con halagos que no nos atreveríamos a decir en el cara a cara, o nos creamos nuevos enemigos con insultos que no nos atreveríamos a decir en el cara a cara, o añadimos «la salsa de la vida» con una nueva relación dentro de una relación para estar a la moda. Usos hay para todos los gustos.
Y sí, la tecnología nos está volviendo, con perdón, un poco rellene sobre la linea. Ahora salimos de casa, cerramos la puerta en pijama y ya no decimos «ostras las llaves». Llamamos a los bomberos para que nos abran la puerta porque nos hemos dejado el teléfono movil dentro, que nos hemos dejado a medias una conversación por was con la churri, otra del grupo de los «sacamantecas» y, además Jacinto me estaba diciendo «qué de qué» y se lo tengo que hacer pagar caro al cretino ese. Por favor, bomberos, dénse prisa. Mi madre tiene copia de llaves pero vive a dos manzanas de aquí y, claro, no voy a ir en pijama hasta allí. Echo mano de mi vecino que tiene un aparatito como el mío con mensajería instantánea y que, además, oye, permite hablar con otras personas, con un señor que en el otro lado te dice con voz serena «no se preocupe señor, en unos instantes estamos allí». Ridículo. ¿Cómo voy a salir en pijama?
Humildemente quería complementar la ilustración de Luis reflexionando un poco sobre el mismo tema desde otro punto de vista: el comunicativo.
En toda comunicación hay tres elementos fundamentales: Un emisor, un receptor y un canal comunicativo. Siendo el emisor en estos momentos yo, el que escribe, el lado opuesto es el receptor, vosotros, los que leeis y el canal es este, la pantalla del ordenador. Sobre esta ecuación de estos tres elementos hay teorías y pajas mentales para aburrir, como yo a vosotros: que si no hay emisor ni receptor sino un flujo de información, que si hay que tener en cuenta la entropía, que si el receptor se torna emisor cuando interactúa, que si hay elementos no verbales que nos sirven para asegurarnos que el canal comunicativo está abierto… pajas mentales, espero que no os hayáis dormido hasta ahora.
Quería hablaros del canal. Hace unos días apuntaba aquí, en el blog de mi amigo Juan alguna idea al respecto. Para torturaros un poco más os pongo algunos ejemplos:
- Homínidos peludos de Altamira (emisores) pintan en paredes (canal) y nos llega a nosotros (receptor).
- Cervantes (emisor) escribe El Quijote en un libro (canal) y lo leemos nosotros (receptor).
- Orson Welles (emisor) transmite por radio (canal) que se acaba el mundo y lo escuchamos (receptores).
- Giuseppe Tornatore, director de cine (emisor) nos regala Cinema Paradiso en el cine (canal) y nosotros la vemos y la disfrutamos (receptor).
- […]
Es tarea del receptor descifrar por lo que llega a través del canal si el pene que dibujaron los homínidos era un símbolo a la fertilidad o un «vete a la porra cuando me leas», si Cervantes en el episodio de los molinos se refería a la visión que tenemos de los problemas y cómo los interpretamos o es que ese día había tenido una pesadilla, si verdaderamente nos atacaban los alienígenas como decía Orson Welles en directo o fue una broma de mal gusto, si Tornatore nos narra una biografía plana o si nos transmite el mensaje de «quien quiere, puede»…
Sí, estamos hablando de arte, de obras sujetas a interpretación. Todavía no nos hemos aclarado sobre el significado de la mirada de la Gioconda. Si estuviésemos hablando de matemáticas, para de contar, no hay nada que discutir. Dos y dos son cuatro.pelota
La comunicación se complica cuando hay interacción. Ahora bien, a una interacción más directa, más fluida es una conversación. En el cara a cara intervienen, como digo, emisor, receptor, canal (el aire) y sun sinfín de elementos que hacen que los malos entendidos se minimicen: la proximidad o no con el interlocutor, los silencios, las miradas, el lenguaje corporal, la prosodia, la entonación, el ritmo de la conversación, el asunto, el ruído ambiental, etc. etc. Analicemos cuántas veces hemos mantenido una discusión o, más bonito todavía, lo que nos cuesta pedir una cita a esa persona que nos gusta, decir un «te quiero» o pedir un beso a alguien en directo. ¿Qué fácil a distancia y de manera inmediata, verdad?
Qué fácil coger el móvil, ir a la lista de contactos y decir a alguien: «Hola bonita, nunca te lo he dicho, pero siempre he estado coladito por tus huesos» y a esperar «en linea» y a mirar «escribiendo» y a ver si «cuela» (y sino otro intento con otra, total, es gratis). De repente «chan», respuesta. Emoticono de pene. Doy por hecho que esa noche hay tema cuando ella da por hecho que me está mandando a la porra. Si nos viésemos las caras no habría lugar a confusión, o al menos se minimizaría la posibilidad de ello. Podemos cambiar este ejemplo poniendo un caso negativo. A todos nos ha pasado, ¿verdad?. «No, si no he querido decir eso»… y plam, media hora de intercambio de mensajes para explicar que se te ha ido el dedo y has mandado el emoticono del diablo por error, que lo tenías al lado del guiño y que tienes los dedos como morcillas y que no, que morcilla no te he llamado y que troglodita tu padre y…
…y lo fácil, rápido y gratificante que es un guiño en directo a un amigo con una cervecita delante y en un ambiente tranquilo…
Comuniquémonos más y mensajeémos menos en esta era de la… ¿(des)comunicación?
Esteban 2.0.
2 Replies to “La importancia del canal”
cada post estoy más feliz de tenerte de inquilino, amigo 😉
lo malo es que seguro que con la fama que vas a ir adquiriendo pronto volarás a tu propio canal 🙂
¡GRACIAS!
Pero que bueno que eres…imaginame con una enorme sonrisa y los ojos abiertos por el placer que me generan vuestras lecturas…el domingo, cara a cara…jajajaja!!!
Abrazitos a los dos…